domingo, 10 de agosto de 2014

CON JUAN PABLO II ANTE EL MISTERIO DE LA NAVIDAD



¡Qué hermosa la Navidad!

Este encanto es la revelación del misterio del recién nacido, la revelación de la verdad, del bien y de la belleza, que subsiste en él y que, más bien, son él mismo. Los ojos iluminados por la fe descubren el encanto del Misterio de Dios bajo la apariencia de la pobreza y del abandono.

¡Cuánta belleza vieron los ojos de María aquella noche! No hay modo de expresarla. Y la mirada de José seguía a la de su esposa. Así toda la pobreza exterior se transforma en su corazón en la más grande riqueza, a la cual nada puede compararse.

Verdaderamente sólo de este modo podía nacer Cristo. Sólo así podía habitar entre los hombres el Enmanuel, el mensajero que trae la Buena Nueva (cf. Is 52,7).

SAN JUAN PABLO II
MENSAJE URBI ET ORBE
25 de Diciembre de 1.988

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